¿Cuando consultar al psicólogo perinatal?
¿De qué se ocupa el psicólogo perinatal? ¿Cuándo puede resultar beneficioso realizar una consulta al psicólogo perinatal? Sobre estas cuestiones me referiré en este post.
La psicología perinatal hace referencia a los cambios psíquicos que acompañan la maternidad y la paternidad. No es necesario presentar una patología o un sufrimiento intenso ligado a la maternidad/paternidad para poder pedir ayuda al psicólogo. El psicólogo perinatal puede resultar de gran ayuda desde la búsqueda misma del embarazo, durante la gestación y en el transcurso de los primeros años de vida del bebé, que moldearán de algún modo su vida de adulto.
El embarazo resulta una vivencia profundamente transformadora, que suele ser vivida con las emociones a flor de piel y confronta con la propia vivencia como hijos/as en relación a la maternidad/paternidad. No sólo se gesta un bebé sino que de gestarán también aspectos nuevos en la identidad parental. En todo este proceso transformador puede acompañar el psicólogo perinatal.
Tomar la decisión
Hace unas décadas el embarazo iba ligado a una pareja – aunque fuese ocasional – y siempre era una sorpresa. Hoy en día con las píldoras anticonceptivas y los tratamientos de reproducción asistida, el embarazo además de deseado suele ser resultado de una decisión más o menos controlada. Puede decidirse buscarlo ahora, después del máster, en soledad o en pareja, y hasta puede darse sin que necesariamente venga ligado a un encuentro sexual.
Todo este escenario da lugar a mayores opciones y libertades pero también exige tomar decisiones singulares que a veces van acompañadas de diversos sufrimientos y ciertos desencuentros en la pareja. Buscar, postergar, tener o no tener hijos son decisiones singulares que acarrean consecuencias. Siempre que se elige algo, otras opciones quedan desechadas y hoy no son épocas propicias a aceptar lo que no puede ser.
Poder conocerse un poco más a uno mismo, a través de un espacio psicoterapéutico puede propiciar una mayor libertad para tomar las decisiones en mayor sintonía con uno mismo.
Gestarse como padre/madre
Por más deseado y maravilloso que sea un embarazo no deja de traer aparejados numerosos cambios: hormonales, psíquicos, en la vida de pareja, familiares y sociales. Por suerte -o sabiduría – la naturaleza pone de su parte y nos brinda nueve meses para prepararse mentalmente para todos los cambios que vendrán. Una etapa en la que los futuros -o recientes- padres en la construcción de su nuevo rol.
Las fantasías en el embarazo
Cada etapa da lugar a diversas fantasías que van dando forma al futuro bebé mucho antes de la fecundación. Estás fantasías pueden venir acompañadas por diversas emociones no siempre satisfactorias. En algunos casos provocando un gran desconcierto en la futura mamá , ¿se supone que tendría que estar pletórica? ¿será que no sirvo para esto? Y es que los vínculos en cualquier etapa de la vida no están exentos de cierta ambivalencia, lo quiero pero me agota, lo amo pero que me deje mi espacio…. Durante el embarazo estas contradicciones de manera más o menos consciente también se presentan. Hay mujeres que las experimentan con culpa, en soledad, atemorizadas, mujeres no se animan a compartir o no cuentan con espacios para ello. En estos casos disponer de la ayuda de un psicólogo perinatal puede resultar sumamente beneficioso.
Cuando el embarazo es vivido con un exceso de sensibilidad y desconcierto que puede manifestarse acompañado de: insomnio prolongado, pesadillas recurrentes, subida o bajada de peso en exceso, hipocondría, puede ser conveniente realizar una consulta profesional.
Cuando algo no va bien
A veces se imponen razones biológicas que generan gran sufrimiento y surgen complicaciones de diverso tipo. Ante estas vivencias hay mujeres y/o parejas que no encuentran espacios en los que poder elaborar, digerir, expresar, pensar, verbalizar las vivencias que están experimentando, dando lugar a un gran sufrimiento en soledad. Por ejemplo al recibir un diagnóstico de infertilidad o ante la disyuntiva de tener que tomar decisiones complejas durante un tratamiento de reproducción o ante inconvenientes que pueden afectar el desarrollo saludable del bebé, cuando ha habido abortos previos, partos traumáticos, nacimientos prematuros, o el bebé requiere cuidados específicos, pérdidas gestacionales, entre otros. En estas situaciones siempre debiese estar disponible un espacio de acompañamiento por un psicólogo perinatal.
Circunstancias complejas
Otras veces son las situaciones externas las que interfieren en este proceso, divorcios inesperados, pérdidas de un ser querido cercano ( madre, padre, pareja, otro hijo), migraciones, pérdida del trabajo, enfermedad, entre otros. Situaciones que pueden exigir a la mamá -y al papá- ha sobreponerse de una situación de manera imperativa a pesar de no ser sus tiempos internos y que vienen a aportar una mayor inestabilidad emocional. En éstos casos disponer de la ayuda puede resultar crucial para la consecución del embarazo, su transcurso y el establecimiento del vínculo inicial entre mamá/papá y bebé, que será clave en el desarrollo posterior.
En el postparto
Dar a luz a un bebé es uno de los acontecimientos de mayor intensidad en la vida de una mujer. Hasta en las mejores condiciones y cuando todo ha ido bien la llegada de un hijo sacude a la madre por completo. A veces surgen complicaciones durante el mismo que requieren una mayor recuperación de la mamá, física y mental, la que a su vez se ve exigida de cuidar de su pequeño recién llegado al mundo. Toda esta intensidad puede dar lugar a que el desconcierto y la confusión frecuentes del puerperio se vivan con mayor intensidad.
La afectación del estado de ánimo de la madre, junto a las particularidades que pueda presentar cada bebé (cólicos del lactante, regurgitaciones, llanto ininterrumpido, sueño alterado) pueden obstaculizar el encuentro entre mamá y bebé, alterando la lactancia, el descanso y el vínculo. Recibir ayuda a tiempo puede resultar crucial para propiciar espacios de encuentro calmantes para la mamá y para el bebé.
Durante la primera infancia
Ser padre /madres transforma la identidad de cada hombre y cada mujer y le convoca a desempeñar un rol de cuidado y educación de gran responsabilidad. Ser padre no se aprende de ninguna receta sino implicándose, intentándolo, equivocándose, interrogándose ante situaciones que los niños nos presentan. A veces esas situaciones cotidianas se intensifican y sirven de señal de comunicación entre padres e hijos. Algunos mensajes: negativismo, berrinches, alteraciones del sueño, alteraciones en la alimentación, enuresis, etc. pueden dar lugar a diversos desencuentros. En estos casos el psicólogo perinatal o infantil puede resultar de gran ayudar para comprender lo que puede estar pasando antes de que se cronifiquen o desencadenen situaciones problemáticas.