Neurobiología y Psicoanálisis

Psicoanálisis y Neurobiología

Sigmund Freud, no conforme con los resultados que daban las intervenciones terapéuticas de su época (hipnosis, masajes terapéuticos, cuestionarios, consejos, reposos y estancias en balnearios), comienza a proponer a sus pacientes un modo de intervención terapéutico totalmente novedoso. Esta nueva intervención consistía en instar al paciente a hablar asociando libremente sobre su malestar. Lo que le permitirá ir descubriendo y conceptualizando una nueva manera de entender la esencia humana, dando lugar al Psicoanálisis.

Si bien parte desde su especialización médica como neurólogo y realiza varias investigaciones con importantes repercusiones como estudios sobre la Afasia y la Agnosia. (Este último término es propuesto por él) intenta buscar explicaciones más allá de lo que la biología no podía evidenciar en esos tiempos. Los microscopios eran bastante precarios, no existían diagnósticos por imágenes, ni los desarrollos de la neuroquímica. Tenía la esperanza de que en el futuro se contase con métodos o instrumentos que permitiesen avanzar en la investigación científica y hasta no descartaba que dichos avances derrumben las teorías propuestas por el Psicoanálisis. En esto -nos dice la Psicoanalista Laura Lueiro – Freud se equivocó. «Muchos de los planteamientos de Freud hoy han sido confirmados por la neurobiología, y en la “articulación entre Neurobiología y Psicoanálisis se están abriendo caminos insospechados para el tratamiento de las enfermedades mentales más graves como las psicosis, las esquizofrenias y las melancolías». (1)

La relación mente cuerpo

El método Freudiano permitió no sólo sentar las bases de la cura por la palabra sino también imaginar, intuir las relaciones entre mente y cuerpo, y cuerpo mente. En 1895 Freud escribe “Proyecto de Psicología para neurólogos” (2). Esta obra, según afirma Lueiro presenta una gran relación con las ideas de su contemporáneo, médico Español Santiago Ramón y Cajal. (al que le concedieron el premio nobel de medicina en 1906, por su “doctrina de la neurona”) y de los avances de la histología de científicos como Golgi y Koelliker. Obra que fue finalmente publicada en 1950.

Algunos de los más respetados neurobiólogos: Eric Kandel, Antonio Damasio y Pierre Magistretti, sostienen que lo que han encontrado es un correlato orgánico de los fenómenos Psíquicos. «Lo que Freud llamaba “Correspondencia” (Lueiro)

Neurobiología y psicoanálisis: Hipótesis de la existencia del inconsciente

Hipótesis de la existencia del inconsciente, no es el inconsciente de Platón o Descartes, ni el inconsciente que pueden utilizar otras disciplinas como la medicina, psiquiatría o la misma psicología desde otras conceptualizaciones diferentes a la Psicoanalítica. El inconsciente Freudiano no se corresponde con lo subconsciente, no con lo irracional o lo irreflexivo, sino el inconsciente reprimido. Este descubrimiento de Freud vino a incomodar no sólo el pensamiento académico sino también la conciencia moral e ideológica de la época. Las consecuencias de su descubrimiento amenazaban con poner en cuestión no sólo las concepciones médicas y neurológicas de su tiempo, sino también el centro mismo de la vida psíquica del hombre. Hasta ese momento, la conciencia había sido el centro en torno al cual giraba la mente y todas sus producciones científicas y artísticas. Al igual que Copernico y Darwin daba un nuevo zarpazo al orgullo del hombre.

Con el inconsciente se abren todo un campo de intervención terapéutica mucho mas amplias que las intervenciones centradas únicamente en el yo consciente. “La neurobiología ha demostrado que la mayoría de los procesos que sobredeterminan nuestro pensar y accionar, son inconscientes. De echo la gran pregunta actual no es por lo inconsciente sino por la consciencia. Es decir, qué es lo que hace que cada uno de nosotros tenga consciencia de que tiene consciencia de sí y que esa consciencia se conserve en el transcurso del tiempo dando lugar a la identidad”(3).

La eficacia de la interpretación, de la palabra

Neurobiología y Psicoanálisis
Psicoanálisis y Neurobiología – Camino a un entendimiento

La eficacia de la interpretación, de la palabra. Desde los inicios del Psicoanálisis, los psicoanalistas no dudan del efecto que la palabra tiene en los pacientes. Como vehículo cultural, integrador, vinculante, representante simbólico, estructurante y característico en su complejidad puramente humana.

En la actualidad la neurobiología ha aportado los procesos celulares y moleculares que dan cuenta de dicha eficacia, fundamentalmente a través de descubrir el mecanismo de la plasticidad neuronal.(*) Lejos del determinismo biológico lo que se está planteando es la permanente modificación por recombinaciones moleculares en las redes neuronales en articulación con lo que se vivencia.

En una entrevista realizada por Laura Lueiro al neurobiólogo Pierre Magistretti(4) dice: “Es una gran responsabilidad la que tienen los psicoanalistas porque no hay ninguna duda del efecto neurobiológico de las palabras. Las palabras muy importantes pueden modificar la red neuronal.” Y agrega que “la eficacia de la clínica psicoanalítica es equivalente (a nivel neuronal) a la de los psicofármacos, con la diferencia de que tiene la sutileza de producir modificaciones neuronales en el punto exacto en que la repetición se encarna”.

Las palabras muy importantes pueden modificar la red neuronal

Los psicofármacos, aún los de última generación, producen efectos secundarios desde malestar leve a complicaciones más graves y la respuesta de cada paciente a la medicación es variable. Los psicofármacos actúan fundamentalmente en el síntoma sin modificar los caminos de la producción de los mismos, por lo cual tienden a perpetuar aquello mismo que tratan. Y por otro lado la supresión misma del síntoma puede producir un agravamiento de cuadro.

Las psicosis, las distintas formas de autismo, las llamadas deficiencias mentales, las demencias y los cuadros neurológicos, no son sólo patologías, están encarnadas en personas y familias que sufren y requieren de un trabajo de colaboración entre psicoanalistas y neurobiólogos.

«Así como Freud conjuró a partir de las limitaciones de la neurobiología de su época, el desafío actual es aprovechar las posibilidades de la nuestra sin perder el rumbo». (Eva Cristobal)

Referencias bibliográficas:

(*) Esto es, “la habilidad de las sinapsis, las neuronas o las regiones cerebrales para cambiar sus propiedades en respuesta al uso o a diferentes perfiles de estimulación”. “La plasticidad puede producir modificaciones fisiológicas al reforzar o inhibir una cadena neuronal. Pueden producirse modificaciones anatómicas al hacer crecer nuevas dendritas para aumentar el número de sinapsis o a la inversa, que se retraigan y paralicen la transmisión sináptica; pueden facilitar o inhibir la expresión de genes. Todos estos mecanismos se traducen en que nuestro cerebro se modifica permanentemente en función de la experiencia, sea exterior (provenientes de los órganos de percepción) o interior (por la interocepción de pensamientos). A los fines del cambio permanente de la red neuronal, no hay diferenciación entre adentro o afuera”. Cuerpo y mente.

Bibliografía de referencia:
1 Cristóbal, Eva; Lueiro, Laura; Rodriguez Sergio. Compiladores. “Cruces entre Psicoanálisis y Neurobiología”.(2011) Buenos Aires. Ed. Lugar.
2 Freud, Sigmund. (1950[1895]) Obras completas. Ed. Amorrortu. .
3 Lueiro, Laura. “En las fronteras entre Psicoanálisis y Neurobiología”. www.psyche-navegante.com, Nº81
4 En Psyche-navegante.com Nº 80. www.psyche-navegante.com

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